Cómo cambia el comportamiento del coche en el asfalto mojado
El asfalto mojado es como una pista de hielo para tu coche. La lluvia reduce la fricción entre los neumáticos y la carretera, disminuyendo la adherencia y aumentando el riesgo de derrapes y aquaplaning, que es un fenómeno que ocurre cuando el neumático no logra evacuar el agua de la calzada debido a un desgaste excesivo en su dibujo, una presión insuficiente, una velocidad inadecuada o la presencia de agua acumulada en la vía.
Como resultado, las ruedas pierden contacto con el suelo y pueden deslizarse, lo que dificulta el control del vehículo. Además, la distancia de frenado se alarga significativamente, lo que requiere una mayor anticipación y un mayor control del vehículo.
Consejos clave para conducir en condiciones de lluvia
Adaptar tu conducción a las condiciones de lluvia es crucial para la seguridad vial. Sigue estos consejos y reduce el riesgo de accidentes:
Mantén la distancia adecuada con otros vehículos
La distancia de seguridad es tu mejor aliada en la lluvia. Dobla la distancia habitual que mantienes con el coche que te precede. Recuerda la regla de los "tres segundos": elige un punto fijo en la carretera y cuenta tres segundos desde que el coche de delante pasa por ese punto hasta que tú lo haces. Si llegas antes, aumenta la distancia. De hecho, según la DGT, la diferencia entre frenar en asfalto seco a 90 km/h y hacerlo con el piso mojado es de 32 metros más. Por ello, es imprescindible que aumentemos la distancia de seguridad.
Reduce la velocidad y evita maniobras bruscas
Conducir a una velocidad moderada te da mayor control sobre tu vehículo y te permite reaccionar a tiempo ante imprevistos. Evita aceleraciones, frenazos y giros bruscos, que pueden provocar la pérdida de control del coche.
Cómo usar correctamente las luces y el limpiaparabrisas
Las luces y el limpiaparabrisas son clave en días de lluvia. Enciende las luces de cruce, incluso de día, para aumentar tu visibilidad y la de los demás conductores. Utiliza el limpiaparabrisas a la velocidad adecuada a la intensidad de la lluvia. Si la lluvia es muy intensa, enciende las luces antiniebla. Asegúrate de que el depósito del líquido limpiaparabrisas esté lleno y de que las escobillas estén en buen estado.
Cómo evitar el empañamiento
En condiciones de lluvia y bajas temperaturas, es común que los cristales del coche se empañen. Al igual que sucede con la nieve y el hielo, la mejor solución es combinar el uso del aire acondicionado con la calefacción y dirigir esta mezcla hacia el parabrisas. En pocos minutos, los cristales estarán desempañados. Es importante asegurarse de que las salidas de aire estén abiertas, ya que, de lo contrario, estos métodos no serán efectivos.
Revisa el estado de tus neumáticos y frenos antes de salir
Unos neumáticos en buen estado y con la presión correcta son esenciales para una buena adherencia en mojado. Revisa la profundidad del dibujo: el mínimo legal es de 1,6 mm, pero se recomienda una profundidad mínima de 3 mm para una mayor seguridad en mojado. Unos frenos en buen estado te aseguran una frenada eficaz. Si notas alguna anomalía, acude a un taller especializado.
Cuidado con las hojas
Cuando llueve, las hojas caídas de los árboles se acumulan sobre el asfalto y forman una capa que, aunque parece inofensiva, puede alargar considerablemente la distancia de frenado. Esto ocurre porque las hojas retienen el agua y reducen la adherencia de los neumáticos al pavimento, actuando de manera similar al hielo. Estate pendiente y evita en la medida de lo posible pisar las hojas.
Técnicas para evitar accidentes bajo la lluvia
Conducir bajo la lluvia requiere atención y precaución. Estas técnicas te ayudarán a evitar accidentes:
Cómo frenar de forma segura en el pavimento mojado
Frena con suavidad y progresivamente, evitando frenazos bruscos. Si tu coche tiene ABS, mantén el pedal del freno pisado con firmeza. El sistema ABS evitará que las ruedas se bloqueen, permitiéndote mantener el control de la dirección.
Cómo evitar derrapes en suelo húmedo
Más allá de las técnicas previamente mencionadas, fundamentales para prevenir el derrape, si el coche comienza a deslizarse, gira el volante hacia la dirección del derrape y evita frenar de forma brusca. Mantén la calma y ajusta la dirección con suavidad para recuperar el control del vehículo.
En definitiva, conducir con lluvia puede ser seguro siempre y cuando sigas todas estas indicaciones. Aún así, hay días en los que la lluvia es muy intensa y, en esos casos, no debemos conducir. Si ese tipo de lluvia nos pilla en la carretera, lo mejor es parar cuanto antes en una zona segura y esperar a que la lluvia cese.