El número de cetano, el contenido en agua y sedimentos, el comportamiento a baja temperatura y la estabilidad a la oxidación son las características más importantes que permiten conocer el nivel de calidad de un carburante.
En primer lugar, el número de cetano nos da una valoración de la capacidad de ignición del carburante en un motor, siendo la característica más significativa en relación con el encendido a baja temperatura.
El número de cetano debe cumplir con las recomendaciones mínimas de los fabricantes de motores para cada tipo de servicio. Un número de cetano más alto de lo requerido no mejora la eficiencia o funcionamiento del motor. Actualmente, la especificación para el número de cetano es de 51 mínimo.
El contenido en agua y sedimentos es una característica importante porque estos contaminantes pueden contribuir a la obstrucción de los filtros y causar daños en el sistema de inyección.
El funcionamiento a baja temperatura se mide por la capacidad del carburante para fluir y ser bombeado a través del sistema de filtros sin causar obstrucción por la presencia de los compuestos parafínicos que se forman a bajas temperaturas. Este comportamiento del gasoil a baja temperatura puede estimarse a través de la determinación del punto de obstrucción del filtro en frío para el que se especifica en periodo de invierno un máximo de -10ºC.
Por último, la estabilidad a la oxidación mide la tendencia del gasóleo a la formación de gomas y sedimentos derivados de la oxidación en presencia de aire. Los gasóleos con baja estabilidad a la oxidación contienen partículas insolubles que pueden obstruir los filtros, deformar depósitos en la cámara de combustión y dañar los componentes del sistema de inyección.