El aceite de la caja de cambios es uno de los componentes que debemos controlar para el correcto funcionamiento del conjunto motor y, por consiguiente, necesitará un mantenimiento preventivo que puede llevar asociado el cambio de aceite o no.
El matiz hay que buscarlo en la recomendación indicada por el fabricante en el libro de mantenimiento y basada en el tipo de caja de cambios que montan, ya que existen diferentes tipos (manual o automática) y cada uno de ellos con unas necesidades de mantenimiento específicas.
Por lo general, podemos decir que:
· Caja de cambios manuales, sincronizadas o no sincronizadas: normalmente el aceite en las cajas de cambio manuales tiene una duración de por vida, y solo se cambia cuando se realiza alguna intervención en la propia caja o porque haya indicios de que el aceite pueda ser el causante de un mal funcionamiento de la misma. Los principales indicios que podemos apuntar son:
- Resistencia del equipo a cambiar de marca en frío.
- Resistencia continuada al cambiar de marcha.
- Efecto de rascada al cambiar de marcha.
- Las marchas saltan de su posición una vez engranadas.
Cajas de cambio automáticas: depende del tipo de caja que se tenga (DSG, VTC, PDK,...) y del tipo de uso que se le dé al cambio de marchas. Siempre hay que ceñirse a las recomendaciones del fabricante, aunque, normalmente, 60.000 km es una cifra considerada generalmente idónea para realizar el cambio de aceite. Los indicios más claros que nos alertan de que nuestra caja de cambios automática necesita un cambio de aceite son:
- Cambios de marcha más lentos.
- Caída excesiva de rpm al subir de marcha.
- Pérdida en la suavidad del cambio de marcha.
Por todo lo indicado anteriormente, el aceite de una caja de cambios (ya sea automática o manual) está sujeto a mantenimiento y en el caso de que haya que cambiarlo, se debe de tener muy en cuenta el tipo de cajas y las especificaciones de los fabricantes, ya que los aceites utilizados son específicos para cada aplicación y sus características también.