Están diseñados para la lubricación de sistemas de engranajes cerrados, reductores sin fin, cojinetes, rodamientos y todos aquellos equipos que trabajen en condiciones muy severas de alta carga y temperatura y que precisan de un lubricante de extrema presión. Deben ser utilizados en maquinaria de papeleras, textil y plásticos cuando se recomiende un aceite sintético operando por encima de los 150 ºC.